miércoles, 24 de abril de 2013


Medio oriente y el petróleo

 

Región Medio Oriente. El Medio Oriente ha sido una de las regiones más convulsas del mundo en las últimas décadas. Dos factores esenciales lo han determinado: en primer lugar, implantación del Estado de Israel en 1948 en plena Palestina, punto de partida largo conflicto árabe-israelí; en segundo lugar, la gran riqueza petrolera que atesora su subsuelo y que ha despertado las apetencias monopolistas e imperialistas lo largo del siglo XX.

Los principales diarios de todos los países han reflejado, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial noticias e imágenes sobre los acontecimientos que han caracterizado esta región poblada esencialmente por árabes de profunda fe religiosa musulmana.

Es importante hacer referencia a una pequeña porción del Medio Oriente conocida como Levante e integrada por Israel, Líbano y parte de los territorios de Jordania y Siria, que se localiza en la porción occidental paralela a la costa del Mar Mediterráneo. Se trata de una estrecha faja de paisajes mediterráneos entre desiertos con una elevada densidad demográfica.

El Levante se caracteriza por presentar veranos secos e inviernos relativamente suaves y húmedos, con ríos poco caudalosos y no apropiados para la navegación ni para garantizar hidrogenaría, entre los que sobresale el Jordán, que desemboca en el Mar Muerto (máxima depresión continental a 391 metros por debajo del nivel del mar). En esta zona se practica la agricultura en áreas irrigadas y no irrigadas y entre los principales cultivos sobresalen los cítricos. En cuanto a la economía del Medio Oriente, de seguro ya supones que su principal exponente está representado por la producción de petróleo.

Este recurso abunda notablemente en el subsuelo de la región y como regla es de fácil extracción. Se trata además de petróleo de reconocida calidad -medios y ligeros-, que se comercializan a altos precios en el mercado internacional. La principal zona petrolera del Medio Oriente es el Golfo Pérsico, en cuyas márgenes se elevan cientos de torres de extracción e instalaciones para la refinación de crudos.

Varios puertos han sido debidamente acondicionados para el embarque del vital recurso energético, algunos de ellos capaces de recibir gigantescos supertanqueros. Se destacan aquí las instalaciones de Irán, Iraq, Kuwait, Arabia Saudita, Bahréin, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos.

Existen centros de extracción en el interior de la península Arábiga, en Siria, en el norte de Iraq y en otros sitios. La agricultura medioriental es muy limitada dadas las condiciones físico-geográficas imperantes. En la mayoría de los casos se trata de producciones que apenas logran satisfacer una parte de la demanda de sus pueblos.

Con mayores posibilidades se desarrolla la ganadería, en especial en las laderas montañosas donde la humedad permite la existencia de pastos y en sitios como la llanura de Mesopotámica, donde los animales pastan en las tierras privadas de regadío.

En general, las naciones del Medio Oriente presentan economías basadas especialmente en la minería (extracción de petróleo y gas), que condena sus relaciones comerciales a la mono-exportación de un recurso no renovable que algún día dejará de existir . Se trata en todos los casos de países del llamado Tercer Mundo.

 

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