viernes, 3 de mayo de 2013



Distensión y Crisis

 
En octubre de 1973, la situación de conflicto lleva a la cuarta guerra árabe-israeli-la Guerra del Yom Kippur- en Suez y el Golan, que tendría repercusiones negativas para el destino económico de los países industrializados importadores de petróleo. Tiempo después se inician las negociaciones que llevan a resultados reales y a acuerdos entre Egipto e Israel, enmarcados en el giro que toma el Próximo Oriente a mediados de los años setenta.

Cuba había sido un país estrechamente ligado a los intereses norteamericanos desde su independencia de España en 1898. La revolución de Fidel Castro en 1959, que en un principio no se definía como comunista pero que tenía una clara orientación nacionalista, comenzó a tomar medidas que lesionaban los intereses estadounidenses. La reacción de Washington fue inmediata: ruptura de relaciones en 1961, imposición de un bloqueo económico, excluyó a Cuba de la OEA (Organización de Estados Americanos) y organizó, mediante operaciones secretas de la CIA, una fallida invasión de emigrados anticastristas en Bahía de Cochinos o Playa Girón en abril de 1961.

En ese contexto, el régimen de Fidel Castro viró hacia el alineamiento con el bloque soviético y el establecimiento de una dictadura comunista en la isla.

En octubre de 1962, aviones espías norteamericanos U2 detectaron la construcción de rampas de misiles y la presencia de tropas soviéticas. El 22 de octubre, con el apoyo claro de sus aliados occidentales, Kennedy toma una medida de gran dureza: establece una "cuarentena defensiva", es decir, un bloqueo de la isla, desplegando unidades navales y aviones de combate en torno a Cuba. Si los navíos soviéticos intentaran forzar el bloqueo, el conflicto armado entre los dos superpotencias estaba servido.

Fue el momento de la guerra fría en que más cerca se estuvo del enfrentamiento directo entre la URSS y EEUU y de la hecatombe nuclear. Finalmente, tras negociaciones secretas, Kruschev lanza una propuesta aceptada por Kennedy: la URSS retiraría sus misiles de Cuba a cambio del compromiso norteamericano de no invadir la isla y de la retirada de los misiles Júpiter que EE.UU. tenía desplegados en Turquía.

El mes siguiente la URSS desmonta y repatría su material bélico ofensivo y EE.UU. levanta el bloqueo.

La rápida solución de la crisis muestra la eficacia de la estrategia de la disuasión (la amenaza del holocausto nuclear frena el aventurerismo de las potencias) y la importancia del diálogo ente las dos superpotencias. En ese momento se instala una comunicación directa entre la Casa Blanca y el Kremlin para mejor desactivar cualquier crisis o malentendido: el "teléfono rojo".

Tras la crisis de Cuba, la coexistencia pacífica toma plenamente carta de realidad. La coexistencia entre los bloques se compatibiliza con la cohesión interna en ellos. Por un lado, Macmillan y De Gaulle no dudan en apoyar incondicionalmente a Kennedy; por otro, la Cuba de Castro se convierte en un fiel aliado de Moscú a cuyos intereses expansionistas va a servir en los años setenta enviando cuerpos militares expedicionarios a Angola, Mozambique o Etiopía.

 

 

LA COEXISTENCIA PACÍFICA



Tras la Guerra de Corea, las tensiones entre los bloques tendieron a calmarse. Comenzaba una nueva etapa en las relaciones internacionales a la que se ha denominado “coexistencia pacífica”. Ésta se habría conseguido, esencialmente, gracias a lo que Jean Duroselle ha denominado “equilibrio del terror. Éste último se explica a partir del hecho que la tecnología militar utilizada por ambos bandos logró sobrepasar por primera vez los límites de la destrucción total. Ante tales condiciones, dar comienzo a un conflicto directo, habría significado sentenciar a muerte a la propia población, cuestión a la que ninguno de los dos bandos en pugna llegó a arriesgarse.

El primer cambio que destacamos estuvo dado a partir del ascenso de nuevos líderes políticos tanto en Estados Unidos como en la Unión Soviética. El General D. Eisenhower sucedió a H. Truman en la presidencia norteamericana, asumiendo el cargo entre 1953 y 1960. Mientras que en la URSS, tras la muerte de Stalin (5 de marzo de 1953), la lucha por la sucesión se inclinó a favor de los sectores más renovadores del aparato estatal soviético, de entre los que destacan Malenkov, Bulganin y Kruschev. En este punto se debe recordar que desde 1917 la Unión Soviética no había establecido código de sucesión.

Tras la muerte de Stalin, la URSS dio comienzo a una nueva etapa en las relaciones internacionales. Kruschev como el nuevo líder político de la URSS, luego de lograr sobreponerse al resto de la camarilla política que aspiraba a suceder a Stalin, propició una nueva política exterior que va a denominar “coexistencia pacífica”. Este nuevo concepto significaba básicamente que la URSS no sólo negaba el recurso a las armas para extender la revolución comunista por el mundo, sino que rechazaba la idea de que la guerra con el capitalismo era inevitable.
La visión de Washington no se vio muy influenciada por la nueva política del Kremlin. En EE.UU. primaba una situación de inseguridad propiciada por el acceso de la URSS al arma atómica y sus ensayos con misiles intercontinentales. El lanzamiento del Sputnik en 1957, el primer satélite al espacio por parte de los soviéticos vino a reforzar ese sentimiento. El candidato norteamericano Eisenhower había criticado duramente la política de "contención" de Truman, mientras que Foster Dulles, el que luego sería su Secretario de Estado, había propuesto durante la campaña electoral de 1952 hacer retroceder a los Soviéticos a sus posiciones de partida.
Tras el triunfo de Eisenhower, Estados Unidos se embarcó en una política que se vino a denominar la doctrina de las "represalias masivas". Con ella, como señala Kissinger, se pretendía explotar teóricamente la ventaja nuclear de Estados Unidos. Pero lo contradictorio era que esta formulación se elaboró cuando la ventaja estaba a punto de desaparecer. Se suponía que la posibilidad de una represalia masiva disuadiría a los soviéticos de toda agresión y evitaría estancamientos como los de Corea.

No obstante, la guerra nuclear general pareció ser un remedio desproporcionado para la mayoría de las crisis que sobrevinieron en el período. Así lo confirmaron los hechos, pues la política exterior norteamericana no implementó su estrategia de “represalias masivas”. Al contrario mostró una gran moderación y en definitiva, se iniciaba un nuevo período en el que las palabras, una vez más, no correspondían exactamente con los hechos. Ni la política exterior soviética fue tan pacífica, ni la norteamericana fue tan belicosa.

Así pues, como señala Charles Zorgbibe con la nueva directiva soviética comenzó un período en el que aparecieron signos de distensión entre Moscú y Washington: la firma del Armisticio en Panmunjong en 1953, que ponía fin a la guerra de Corea, los acuerdos de Ginebra que ponían fin a la guerra de Indochina en 1954, la reconciliación entre la URSS y Yugoslavia que culminó con la visita de Kruschev a Tito en 1955 o la firma del Tratado de Paz con Austria en 1955, que significó la evacuación de las tropas de ocupación y su neutralización.
Estos signos de distensión no impidieron que las superpotencias afirmaran su hegemonía en sus respectivas áreas de influencia. La brutal represión de las protestas obreras en Berlín y Alemania oriental en 1953 por parte del ejército soviético de ocupación, la represión de la revolución Húngara en 1956 o las intervenciones de la CIA para derrocar por la fuerza a los gobiernos progresistas de Mossadegh en Irán en 1953 o Arbenz en Guatemala en 1954, son la muestra de que cada uno de los bandos estaba decidido a mantener la cohesión de su respectivo bloque. Como señala Kissinger, también en este aspecto se subrayó el hecho de que cada bloque guardó respeto por las esferas de influencias ya delimitadas. Esto último, se manifestó, esencialmente, en la nula reacción manifestada por el bloque occidental ante la violenta represión que sufrió el levantamiento Húngaro en 1956 por parte de las tropas soviéticas.

Ahora bien, el nuevo marco de coexistencia pacífica no significó el fin del enfrentamiento entre los EE.UU. y la URSS. Si bien es cierto, como ya hemos analizado, el ámbito de influencias en Europa había sido estabilizado nítidamente a partir de la consolidación económica y militar de cada uno de los bloques, no ocurría lo mismo en áreas periféricas. En estas últimas, las potencias siguieron manifestando sus rivalidades. En el período de la coexistencia pacífica se produjeron graves crisis que pusieron en peligro el mantenimiento de la paz mundial. Entre ellas destacamos la crisis de Berlín y la crisis del Caribe que estuvo a punto de llevar a la “guerra caliente” a soviéticos y norteamericanos.

Con ello se puede apreciar que a pesar de los intentos de coexistencia, el clima de desconfianza entre las potencias no había desaparecido, lo que dio lugar a crisis tan graves como las de Berlín a partir de 1958 y la de los misiles en Cuba en 1962.
Entre los acontecimientos destacados de esta fase de la Guerra Fría se encuentran los siguientes:


Ø Armisticio de Corea. 27 julio 1953
Ø Canciller de Alemania Occidental (Adenauer) fue recibido en capital soviética. 13 de junio de 1955
Ø Conferencia de Ginebra. 26 abril a 21 de julio de 1954
Ø La firma del Pacto de Varsovia. 14 de Mayo de 1955
Ø La celebración del XX Congreso del Partido Comunista de la URSS. 25 de Febrero 1956
Ø La Crisis de Suez. 26 de Julio 1956
Ø Revolución Húngara. Octubre-Noviembre de 1956
Ø La Crisis de Berlín. Entre 1958 a 1963
Ø La Crisis de los misiles en Cuba. Octubre 1962


De los hechos mencionados, a continuación profundizaremos en el análisis de los siguientes: el Informe Secreto entregado por Kruschev en el XX Congreso del Partido Comunista de la URSS (1956), la Crisis de Berlín (1958-1963) y la Crisis de los Misiles (1962).

Hacia la nueva fase en la relación bipolar

El panorama político que siguió a la Segunda Guerra Mundial estuvo condicionado por el papel de Estados Unidos y la Unión Soviética, que no supieron ponerse de acuerdo sobre la manera de reordenación del mundo, ya que representaban dos sistemas políticos, dos modelos económicos y dos formas de organización social opuestas e irreconciliables. Así pues, el objetivo prioritario de los vencedores fue garantizar la existencia de dos bloques, liderados por las dos superpotencias, y asegurar que el resto de países se alineasen en función de los intereses de estos dos Estados. Pulsa sobre el icono para ir a línea de tiempo interactiva

El bloque capitalista y el bloque socialista fueron conformando dos modelos sociales y políticos tan diferenciados que en unas ocasiones estuvieron a punto de enfrentarse y en otras redujeron distancias, convencidos de la imposibilidad de destruirse sin poner en peligro el futuro de la humanidad. Las relaciones internacionales pasaron, pues, de lo que se ha denominado Guerra Fría (conflicto entre los bloques en todos los aspectos menos en el enfrentamiento militar directo) a la coexistencia pacífica (aceptación de la existencia del otro bloque y necesidad de establecer relaciones pacíficas).

La Humanidad se dividió en “dos mundos”, campos o bloques: uno que se llamó a sí mismo “mundo libre” , y el otro, comunista. Pero cada uno de ellos creía exclusivamente en un mundo, el suyo propio.

La política de ambos consistía en mantenerse firme contra la expansión del otro buscar los medios de extender su sistema. Consolidar y ampliar las zonas de influencia sin llegar a un choque abierto de sus fuerzas armadas –lo cual podría significar la guerra- constituyó su preocupación central y el objetivo de sus acciones.La Guerra Fría –como se denominó a estas relaciones –significó una situación extremadamente tensa entre las grandes potencias, en la que el hostigamiento, el armamentismo y la actitud de beligerancia hacían prever una guerra a gran escala que reduciría a cenizas el planeta.

Partiendo de la creencia de que en el campo enemigo siempre se albergaban propósitos agresivos, los ideólogos de la Guerra Fría apoyaron la creación de un complejo entramado de alianzas políticas, económicas y militares que englobaban a sus respectivos países satélites. Sus fines fueron facilitar la cooperación entre las naciones de un mismo bloque y marcar su territorio frente a cualquier intento expansionista del adversario.

La estrategia norteamericana para la Guerra Fría se basó en cinco puntos fundamentales:

  • El sostenimiento y la renovación de un enorme potencial militar propio, que significara una garantía para sus aliados y pudiera contener el avance rojo
  • El apoyo económico para los países afectados por la guerra, que permitiera su penetración económica y política en esos países.
  • La asistencia militar a los aliados y los países amenazados por la subversión comunista mediante el envío de armamento, ayuda económica y firma de pactos multilaterales.
  • El cercamiento militar de la URSS y sus aliados mediante pactos militares y una red de bases norteamericanas en el exterior.
  • La propagación de una ideología anticomunista que presentara a Estados Unidos como el defensor de los valores de la civilización occidental.

Los soviéticos enfrentaron al otro bloque en base a dos principios: la creencia en la inminente caída del capitalismo occidental como consecuencia del caos subsiguiente a la Guerra Mundial, y la conciencia colectiva de autodefensa desarrollada desde la Revolución de 1917 hasta la segunda Guerra Mundial, que la Guerra Fría no hizo más que aumentar.

Encararon la estrategia de confrontación con EEUU en base a seis puntos:

  • El aumento progresivo de un poderío militar propio. En 1952 la URSS dedicaba un alto porcentaje del gasto público a sus Fuerzas Armadas, y contaba con más de 4.500.000 efectivos militares.
  • La formación de un bloque militar en el Este europeo bajo la coordinación soviética.
  • El establecimiento de un sistema económico integrado, destinado a servir a los intereses del desarrollo soviético (CAME o COMECON)
  • El apoyo a los movimientos pacifistas de Occidente, con la finalidad de movilizar a la población contra la política de rearme e integración militar del bloque occidental.
  • La lucha contra las oposiciones internas (pacifistas e intelectuales) que llevó a purgas e intervenciones en sus países aliados en caso de crisis interna.
  • El apoyo a los movimientos de liberación afroasiáticos, en especial a aquellos en los que los comunistas ejercían un papel dirigente.

En este período muchos fueron los conflictos en los cuales las dos superpotencias midieron fuerzas sin un enfrentamiento directo. La situación de Alemania una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial será una fuente de tensiones permanente que encontrará una solución parcial con la división de Alemania en dos, Alemania Federal (bajo la órbita capitalista) y Alemania Democrática (bajo la órbita socialista). Berlín la capital de Alemania Democrática quedará divida en cuatro zonas de ocupación (EE.UU., G.Bretaña, Francia y la URSS) y posteriormente en dos, siendo numerosos los desentendimientos entre los aliados (EE.UU., Francia y G.Bretaña) y los soviéticos que terminarían con la construcción del Muro de Berlín por parte de las autoridades del sector oriental. Corea y Vietnam serán otros ejemplos de conflictos o enfrentamientos localizados de la Guerra Fría.

 

BLOQUES DE PODER

Este bloque está conformado y dirigido por países de economía capitalista con un alto nivel de desarrollo y sistemas políticos democráticos. El levantamiento de las trabas al comercio mundial patrocinado y gestionado por instancias internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el GATT propiciaron los intercambios comerciales y monetarios, lo que evitó tendencias aislacionistas.

 Sin embargo, la gran cuestión que va a llevar a que los Estados Unidos se lancen, contrariando sus tradiciones históricas, a la conformación de un bloque constituido en torno a alianzas, será reforzar a una Europa Occidental, totalmente necesaria para no perder la guerra fría.

 El Muro de Berlín, arma para la Guerra Fría

 La Doctrina Truman y, sobre todo, el Plan Marshall constituyeron los dos primeros pasos de la nueva postura norteamericana. La reconstrucción de las economías europeas y la consecución de una cierta estabilidad social fueron elementos clave de la "contención" del comunismo en Europa.

El bloque comunista

 Durante los años treinta, Stalin instauró un sistema totalitario fundado en el control de la población, la represión contra cualquier disidencia, algo que fue especialmente significativo en el cruento proceso de la colectivización agraria, la planificación económica centralizada y la primacía de la industria pesada. Si bien la URSS consiguió una rápida industrialización, el costo humano fue enorme: el sistema de campos de concentración o Gulag es el mejor ejemplo de los sufrimientos del pueblo soviético.

 Durante la guerra, a fin de suscitar la unidad patriótica contra el invasor alemán, la represión disminuyó y miles de prisioneros fueron liberados. La victoria de 1945 llevó a Stalin al cenit de su popularidad, era el "Padre de la victoria".
 Sin embargo, en cuanto aparecieron de nuevo las dificultades en la posguerra, como el hambre de 1946, el viejo dictador
GUERRA FRÍA


El término "guerra fría" fue por primera vez utilizado por el escritor español Don Juan Manuel en el siglo XIV. En su acepción moderna fue acuñado por Bernard Baruch, consejero del presidente Roosevelt, quién utilizó el término en un debate en 1947 y fue popularizado por el editorialista Walter Lippmann.

Este concepto designa esencialmente la larga y abierta rivalidad que enfrentó a EE.UU. y la Unión Soviética y sus respectivos aliados tras la segunda guerra mundial. Este conflicto fue la clave de las relaciones internacionales mundiales durante casi medio siglo y se libró en los frentes político, económica y propagandístico, pero solo de forma muy limitada en el frente militar.

El motivo de que la "guerra fría" no se convirtiera en "caliente" fue la aparición del arma nuclear. Antes de la bomba, la guerra era, como afirmó Clausewitz, la continuación de la política por otros medios, tras Hiroshima, la confrontación directa entre las potencias llevaba a la catástrofe general.

Los crecientes arsenales nucleares que las superpotencias fueron acumulando impidieron una guerra directa que nadie hubiera ganado, sin embargo, EE.UU. y la URSS y sus aliados utilizaron la intimidación, la propaganda, la subversión, la guerra local mediante aliados interpuestos...

Iniciada de forma clara y definitiva en 1947, tras un rápido proceso de deterioro en las relaciones de los antiguos aliados, la guerra fría alcanzó su cenit en 1948–53. Tras diversos períodos de distensión y enfrentamiento, la llegada de Gorbachov al poder en la URSS desencadenó un proceso que culminará con la desintegración de la URSS en 1991. La guerra fría había concluido.

Antecedentes, causas y consecuencias de la Guerra Fría: La segunda guerra mundial dejó importantes consecuencias en los países que habían participado en Millones de muertos y desaparecidos, de los cuales muchos eran civiles; gente desplazada, en su gran mayoría de Europa de¡ este, al oeste; población hambrienta y con frío; destrucción de ciudades, algunas reducidas a escombros. 
Nada quedó sin ser afectado: ni puentes, ni ferrocarriles, ni caminos, ni transportes.  La mano de obra se resintió y grandes extensiones de tierras se perdieron para el cultivo.  La actividad industrial se atrasó, faltaban materias primas, herramientas apropiadas, tecnología moderna y energía.

Ante esta realidad, Europa perdió su papel decisivo en la política internacional, y surgió entonces, un nuevo orden mundial representado por la hegemonía de los Estados Unidos y de la Unión Soviética, alrededor de los cuales, y formando dos bloques enfrentados, el bloque occidental y el bloque oriental, se alinearon los restantes países de¡ mundo.  La tensión entre ellos, dio lugar a la llamada "Guerra fría" que dominó por completo las relaciones internacionales en la última mitad de¡ siglo XX. 
Luego de la guerra, tanto los Estados Unidos, como la Unión Soviética, no supieron ponerse de acuerdo acerca de la reordenación de¡ mundo, pues representaban dos formas de organización política, económica y social muy diferentes.

Para los Estados Unidos, los gobiernos debían garantizar el ejercicio de las libertades individuales, la existencia de organizaciones políticas y sindicales y la libertad ideológica.  Para la Unión Soviética, en cambio, se debía garantizar primeramente la igualdad de oportunidades y la justicia social.  Luego sí, se tendrían en cuenta las libertades individuales.

Estas diferencias, al parecer irreconciliables, hicieron que generaciones enteras viviesen bajo la amenaza de una nueva guerra, ahora con armas nucleares, que arrasaría todo el planeta.

La URSS dominaba, con el apoyo de¡ Ejército Rojo y de partidos comunistas que eliminaron cualquier opositor, Polonia, Rumania, Hungría, Checoslovaquia, Bulgaria, Alemania Oriental, Albania y Yugoslavia.  Los EE.UU., controlaron el resto de¡ mundo capitalista, el hemisferio occidental y los océanos, sin intervenir en la zona soviética.  Los conflictos, ahora se producirían en las regiones pertenecientes a los antiguos imperios coloniales, cuyo fin, ya en 1945 resultaba inminente, sin que se conociese con claridad que orientación política iban a adoptar los nuevos estados postcoloniales.
En Europa, la línea de separación de los bloques, se había trazado según los acuerdos de 1943-1945 llevados adelante por RooseveltChurchill y Stalin.  Alemania quedó dividida en Oriental y Occidental, y lo mismo sucedió con su capital, Berlín.

El secretario de Estado de los Estados Unidos, George Marshal
l, produjo un programa de ayuda para la reconstrucción de Europa.  El Plan Marshall, otorgaba generosas líneas de crédito y donaciones a los Estados Europeos, a cambio de un cierto control por parte de los Estados Unidos.  Esto permitió el crecimiento económico de casi dieciséis países que se repartieron aproximadamente trece mil millones de dólares.  Al mismo tiempo, EE.UU. inició una dura crítica contra el comunismo.
El espionaje adquirió especial importancia, pero los servicios secretos de uno u otro bando, la KGB y la CIA, a pesar de involucrarse en operaciones complicadas y en asesinatos encubiertos, no tuvieron, salvo algunos casos aislados en países de¡ tercer mundo, un poder político real.  Pero alimentaron la difusión de novelas de espionaje con audaces detectives como protagonistas, de los cuales, James Bond, será su máximo exponente.
La profunda división entre el bloque orienta¡ y occidental, se popularizó con el nombre de "telón de acero" (cortina de hierro).  De un lado, los Estados Unidos y sus aliados en un acuerdo políticomilitar, la OTAN.  De¡ otro lado, la URSS y sus aliados reunidos en un comité de información y defensa de sus intereses llamado COMINFORM, que dio lugar, posteriormente, a la creación de un mercado económico socialista, el COMECON, y de una alianza militar, EL PACTO DE VARSOVIA.
Cuando ambos bloques contaron con un extenso arsenal atómico, la guerra entre ellos, a pesar de ser utilizada como amenaza, hubiese resultado suicida. 


El Camino hacia la formación del sistema bipolar

El camino hacia la formación del sistema bipolar: el rompimiento de la colaboración aliada.
Dos visiones antagónicas
A partir de 1946 empieza a deteriorarse la alianza internacional
Aumentan las tensiones entre:
Gran Bretaña y EE.UU:
EE.UU. y la URSS
Se
debía a:
Diferencias entre 2 sistemas políticos y económicos contrarios
La expansión en el dominio de la URSS en Europa Central y Oriental
Se cerraba frente a las naciones de Occidente
El 9 de febrero de 1946 discurso de Stalin
La victoria en la guerra había significado el triunfo del sistema soviético
No del conjunto de los aliados
Subrayó las diferencias profundas entre los dos sistemas
Afirma concluyendo que la convivencia entre los sistemas es incompatible
El 5 de marzo de 1946
En una conferencia en la Universidad de Fulton, Missouri, EE.UU.
Contando con la presencia del presidente Truman
Un discurso de Churchill
Advirtió del peligro del avance soviético
Denunció, en una frase que sería histórica:
Que una “cortina de hierro” había caído sobre Europa Oriental
Que quedaba aislada del continente
Sometida a la influencia soviética
Bajo el control de Moscú
Ese discurso fue calificado por Stalin como una “acto peligroso”, un llamamiento a la guerra contra la URSS
El
expansionismo soviético se proyectaba hacia el sur
Presionan a Irán, Grecia y Turquía
Todo lo cual parecía confirmar el análisis de Churchill
En Irán
Los británicos se imponen y los soviéticos retiran sus fuerzas
En Grecia y Turquía: puntos estratégicos para Stalin
En 1947 se retira la ayuda militar británica brindada desde 1946
Los estadounidenses se deciden a intervenir.
Las iniciativas estadounidenses
La doctrina Truman
En marzo de 1947 Truman pronunció un discurso
Por la petición de ayuda de Grecia y Turquía
La doctrina Truman fue como se conoció al conjunto de ideas expresadas en ese discurso
Los EE.UU. tendrían una posición de defensores de la democracia y la libertad, frente al régimen de terror



Desde el final de la guerra, la falta de entendimiento creó un sistema “bipolar”, protagonizado por las dos “superpotencias”: los EEUU y la URSS. Abatido el enemigo común, el fascismo, los vencedores lucharon por garantizar su poder, asegurarse aliados y consolidar su modelo social, económico y político.
En un claro intento de los vencedores de alcanzar la paz en un futuro, se explica la creación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cuyo origen se remonta a la Sociedad de Naciones y a las conversaciones que habían tenido los “Tres Grandes” en las conferencias que se celebraron durante la guerra. La constitución de la ONU fue aprobada en la Conferencia de San Francisco durante los meses de abril y junio de 1945.
En 1945 se decidió el destino de Alemana y la reorganización del futuro de Europa. En el nuevo reparto del mundo, evidenciado en la Conferencia de Yalta, Truman, el nuevo presidente estadounidense, condicionó al resto de países haciendo uso de la fuerza que le daba poseer la bomba atómica. De este modo adoptó duras posturas.
En la Conferencia de Potsdam se decidieron las reparaciones que había de satisfacer la derrotada Alemania, así como se determinaron las zonas del territorio alemán que ocuparía más tarde cada uno de los aliados.