FASCISMO EN LA ITALIA DE MUSSOLINI
El fascismo en
Italia se originó tras la primera guerra mundial, ya que los tratados de paz de
1919 no habían concedido a Italia todo lo que esperaba y esta sensación de
frustración llevó a la indignación de los nacionalistas. A nivel político
Italia vivía una situación de endebleza: entre 1917-1922, cinco gabinetes
diferentes; esto ponía de manifiesto la debilidad por parte del gobierno. La
población añoraba una estabilidad política; en este contexto aparece Benito Mussolini.
En 1919,
Mussolini crea en Milán el embrión de lo que luego será el Plan Nacional
Fascista, los fascios de combate. En este pequeño grupo se integran
excombatientes, sindicalistas, nacionalistas,... empiezan enseguida a achear:
el primado de la acción frente a la palabra. Llevan a cabo acciones
significativas, violentas, empiezan a darse a conocer con la fuerza de la
acción en vez de con la de la doctrina.
En 1921 se da una
crisis y se convocan elecciones; aquel pequeño grupo alcanza un número
considerable de diputados; aquellos fascios de combate ya se convierten en el
Plan Nacional Fascista. El descontento general viene en ayuda de este partido;
Mussolini quiere demostrar la fuerza de su organización (marcha sobre Roma en
1922). El gobierno es tan débil que en lugar de prohibirla, favorece el triunfo
de Mussolini; lo llama para que sea primer ministro. Inicia el ascenso
imparable del fascismo.
En el primer
gobierno fascista se nombran tan solo dos ministros fascistas, se aprovecha
para conocer centros de poder y la administración y crear más seguidores. En
las elecciones de 1924 (libres, últimas hasta después de la guerra), aquel
pequeño grupo va a alcanzar 356 diputados; con este éxito electoral, control
del país, empieza a verse el verdadero rostro del fascismo.
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